El Plan de Comunicación flexible

📢 Un buen Plan de Comunicación debe partir de un análisis claro del público, los mensajes y los canales adecuados. Debe incluir acciones de comunicación externa, interna, corporativa, de RSE y de crisis, midiendo en todo momento su impacto para mantener su utilidad como herramienta estratégica viva. La flexibilidad es clave para adaptarse a lo que no funciona y redirigir el mensaje cuando sea necesario, garantizando así la efectividad de la comunicación dentro y fuera de la organización.

En un primer momento, debemos identificar cuál es nuestro target, qué contenidos pretendemos dar a conocer y en que canales debemos hacerlo. De nada servirá elaborar un Plan de Comunicación si no tenemos claro a quién queremos comunicar, qué queremos comunicar y por qué vía queremos hacerlo, ¿No crees?

A la hora de desarrollar el Plan de Comunicación deberemos también tener en cuenta cinco factores clave:

  • La comunicación externa: La que busca dar a conocer el producto a nuestro target.
  • La comunicación interna: La que pretende transmitir los valores de empresa a los trabajadores de la misma (que son, en muchas ocasiones, la carta de presentación de la organización).
  • La comunicación corporativa: La que debería servir para dar a conocer nuestra marca (no confundir con la comunicación externa).
  • La Responsabilidad Social Corporativa (RSE): Cada vez más pujante. La que transmite el impacto de la empresa en la sociedad mediante diferentes acciones (patrocinios, preservación del medioambiente, actos culturales y un largo etc.).
  • La comunicación en situaciones de crisis: La que se efectúa en situaciones que suponen o pueden suponer una situación complicada hacia la marca o el producto o la propia empresa y/o sus dirigentes.

Además, deberemos medir el impacto de las acciones llevadas a cabo a raíz del Plan de Comunicación. El documento debe ser algo “vivo”, algo que se pueda mover si comprobamos a través de los indicadores que no estamos haciendo algo todo lo bien que deberíamos. El Plan de Comunicación es una guía fundamental en la empresa, pero no es algo que establezca unos límites que no se puedan cruzar.

Un ejemplo:

Alguna vez habrás escuchado a alguna madre que dice: “se lo he dicho 500 veces, y no me hace ni caso”. Probablemente, se lo ha dicho las 500 veces del mismo modo. Si las tres primeras no han surtido efecto, ¿por qué lo ha repetido exactamente igual las otras 497? La flexibilidad es un elemento fundamental para las empresas que quieren llegar a transmitir su mensaje.

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