Hace unos años había profesionales (y empresas) que no consideraban la posibilidad ni la conveniencia de relatar de forma sistemática su actividad técnica y, ni mucho menos pensaban que aquello debía formar parte de su trabajo. Bastante tenían con hacerlo bien y rápido, y encima tener que ir contando secretos profesionales para deleite de la competencia.
Pero empezaron a haber foros abiertos en los que había profesionales que vieron la posibilidad de mostrar sus capacidades a través de la comunicación, y con la cooperación encontrar soluciones más rápidamente. El software libre se reivindicó al lado del poder de IBM y Microsoft, y apareció la web 2.0 y las redes sociales.
Ahora sigue habiendo profesionales que continúan recelosos con la privacidad de su conocimiento, temiendo por su parcela de poder. Pero a su lado se alza una generación de profesionales que buscan la excelencia a través de la colaboración en proyectos estimulantes que deben desarrollar y compartir en la oficina con sus colaboradores y en la red par encontrar lo más innovador e incorporarlo.
El dominio de unos u otros perfiles suele reflejar la cultura y tradición de las instituciones, así como su apuesta estratégica, y también su capacidad de adaptarse a la demanda de consumidores y ciudadania.
En cualquier caso, la inseguridad profesional o de competencias comunicativas puede conducirnos a ser reservados y evitar la exposición, pero tampoco lo contrario -una sobreactuación en las redes, por ejemplo- no es garantía de rigor ni excelencia profesional.
La comunicación corporativa es clave par el éxito empresarial y no es cosa de improvisar. La comunicación se construye con contenidos y servicios relevantes que forman parte del conocimiento y actividad de muchos empleados, pero sobretodo de los responsables de proyecto. El DIRCOM propone la orientación estratégica y el CM facilita los instrumentos más apropiados, pero el verdadero conocimiento esta en los empleados y de ellos deben salir los contenidos a comunicar.
En conclusión, recomendamos que los Planes de Comunicación incorporen el aspecto organizativo y formación de los empleados clave para su intervención directa o indirecta en la actividad corporativa de comunicación, así como su interacción con las áreas de Atención al Cliente, pero de eso hablamos en otro momento.
